Priscilla Monge – The House
17.05/2014 14:15h
am Kreisverkehr Leobendorf, Vienna
Hacer arte público es muy demandante ya que requiere nuevas maneras de pensar y de acercarse a la obra y su creación. Como artista te pones en un lugar fuera de la zona de comfort, pero la gente/publico en general también está confrontada con tu trabajo más de lo que usualmente se les pide.
En este caso en particular, la rotonda se vuelve un espacio único porque el espectador está expuesto al trabajo, pero al mismo tiempo no le está permitido acercarse, y la visión se vuelve una mirada. La obra de arte debe entonces ser fuerte, clara y lo suficientemente cautivante para atraer la atención del público “transitorio”.
Estar literalmente en “el medio de la calle” me pone a mi y a mi trabajo en una situación peculiar. De alguna manera ordinaria pero, en todo sentido, inesperada. Después, por defecto, lo “ordinario” se vuelve “extra-ordinario” y esto se vuelve lo principal de mi proyecto.
La rotonda es ahora un lugar “Extra-ordinario”, y la calle que siempre te lleva a casa, tan conocida y familiar, se ha vuelto inquietante y puede llevarte a lo que algunos llaman: Crisis de lo adecuado. Adecuado porque te lleva a algo personal como nombres, lugares, instituciones, vecindarios, etc…
Uno puede experimentar un sentimiento de siniestro por algo extraño que surge en un lugar totalmente familiar y hay algo que no es para nada familiar que sucede en la esquina de tu calle. He estado leyendo sobre lo “siniestro” y los expertos dicen que no solo llega a lo visual sino que esta profundamente ligado al lenguaje y a las palabras. Un escritor en particular que me interesó para hacer este trabajo fue Freud.
Esta página está también disponible en: Inglés